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«Solo mi disponibilidad para ayudar al prójimo, para manifestarle amor, me hace sensible también ante Dios. Solo el servicio al prójimo abre mis ojos a lo que Dios hace por mí y a lo mucho que me ama» (DCE 18). Canto: Id y enseñad
1. Sois la semilla que ha de crecer, sois estrella que ha de brillar. Sois levadura, sois grano de sal, antorcha que ha de alumbrar.
Sois la mañana que vuelve a nacer, sois espiga que empieza a granar. Sois aguijón y caricia a la vez, testigos que voy a enviar.
Id, amigos, por el mundo anunciando el amor, mensajeros de la vida, de la paz y el perdón. Sed, amigos, los testigos de mi resurrección, id llevando mi presencia, con vosotros estoy.
Sois Reino nuevo que empieza a engendrar en vuestras obras que buscan el bien, justicia, amor y verdad. Tema 4. El laico en el servicio a la políticaNo tienes manos
Jesús, no tienes manos. Tienes sólo nuestras manos para construir un mundo donde reina la justicia. Jesús, no tienes pies. Tienes sólo nuestros pies para poner en marcha la libertad y el amor. Jesús, no tienes labios. Tienes sólo nuestros labios para anunciar al mundo la Buena Noticia de los pobres. Jesús, no tienes medios. Tienes sólo nuestra acción para lograr que todos seamos hermanos. Jesús, nosotros somos tu Evangelio, el único Evangelio que la gente puede leer, si nuestras vidas son obras y palabras eficaces. Jesús, danos tu amor y tu fuerza para proseguir tu causa y darte a conocer a todos cuantos podamos. Lectura de la Palabra: Evangelio de San Juan 13, 30 – 33a.34 – 35
Judas, después de tomar el pan, salió inmediatamente. Era de noche. Cuando salió, dijo je-
sús: «Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará. Hijitos, me queda poco de estar con vosotros. Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también unos a otros. En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis unos a otros. Padrenuestro «Así nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo en Cristo, pero cada cual existe en relación con los otros miembros» (Romanos 12,5).
1. La política en la doctrina social de la Iglesia
política), porque los hombres y mujeres no pode-mos crecer y realizar nuestra vocación si no es en
1.1. La política pertenece a la misma natura-
Por la vocación del ser humano a la comunión
en el amor la política responde no solo a ese ca-
Para la doctrina social de la Iglesia, la políti-
rácter social del ser humano, sino también a su
ca no es otra cosa que todo cuanto hace, o deja vocación de construir comunión con los demás, de hacer, el ser humano para responder a su en la que se expresa su ser imagen de Dios: co-ser social. Es decir, la práctica que tiene el ser munión de Personas. Para lo cual las personas se humano como ser social que es por naturaleza. enfrentan a la tarea de construir unas relaciones De ahí que el ser humano sea por naturaleza un sociales fraternas que permitan a cada ser huma-ser político y que la política no sea algo «añadido» no vivir de acuerdo a su dignidad. al ser humano, sino algo constitutivo de su propio
La política es, pues, una necesidad del ser hu-
ser y vocación. ¿Por qué? Por que el ser humano es mano para su crecimiento como persona y para un ser social, como subraya repetidamente el Con-
realizar su vocación. Esta vocación a la comunión
cilio Vaticano II en Gaudium et spes (nn. 12, 25ss), interpersonal y social es el fundamento y el senti-porque así lo ha querido Dios que lo ha creado: do de la política. «Dios creó al hombre no para vivir aisladamente, sino para formar sociedad» (Gaudium et spes, 32).
1.2. Instrumento para construir un orden so-
Es decir, a diferencia de lo que se sostiene en otras
concepciones del ser humano, la Iglesia sostiene que el ser humano es, desde el principio e insepa-
Además de ser una práctica que responde al
rablemente, un ser personal y social; la persona ser y vocación de la persona, la política es necesi-se une a los demás porque la referencia del «yo» dad y tarea del ser humano porque es instrumen-al «tú» y al «nosotros» está inscrita en su misma to fundamental e imprescindible para construir naturaleza. Este es el fundamento, entre otras co-
una sociedad humana, una sociedad justa en la
sas, de su práctica política. Por eso dirá Juan XXIII:
que sea posible la realización de las personas. La realización humana, su vocación, su dignidad y
«Al ser los hombres por naturaleza sociales,
su responsabilidad es lo que está en juego en la
deben convivir unos con otros y procurar cada
Un orden social justo ofrece a la persona una
ayuda insustituible para la realización de su libre
personalidad. Y, al contrarió, un orden social in-justo es una amenaza y un obstáculo para el bien
Este carácter social, fundamento de la política, de la persona. Construir ese orden social es la ta-
es distintivo del ser humano. La vida comunitaria rea política del ser humano.
es una característica que forma parte, de la na-
Esta tarea humana que es la política para cons-
turaleza humana1. Somos personas que vivimos y truir una sociedad humana y humanizadora impli-
obramos en una comunidad de personas. Según ca, inseparablemente, dos dimensiones:
la fe de la Iglesia, la persona está llamada desde el principio a la vida social. Vida social que no es
• La transformación de las estructuras, insti-
exterior a la persona (por tanto, tampoco lo es la tuciones y relaciones sociales en bien de las per-
1 «Dios, que cuida de todos con paterna solicitud, ha
• La misma transformación de las personas, su
querido que los hombres constituyan una sola familia y mismo crecimiento en espíritu social.
se traten entre sí con espíritu de hermanos. Todos han sido creados a imagen y semejanza de Dios, quien hizo de uno todo el linaje humano y para poblar toda la haz
Es necesario para ello superar una ética indi-
de la tierra (Hch 17,26), y todos son llamados a un solo vidualista, porque mejorar las condiciones de la e idéntico fin, esto es, Dios mismo» (GS 24). Tema 4. El laico en el servicio a la políticaIV Semana de Doctrina Social de la Iglesia
«Si los individuos y os grupos sociales no
cultivan en sí mismos y difunden en la sociedad las virtudes morales y sociales, de forma que se
conviertan verdaderamente en hombres nuevos y en creadores de una nueva humanidad».
El desprestigio de la política y la lejanía que
frecuentemente se siente hacia ella en nuestra so-ciedad está muy vinculada al hecho de que en la
Sin olvidar que en la medida en que ejerce su práctica se ha reducido notablemente el campo de
responsabilidad en la construcción de una socie-
dad más justa, la persona se hace más persona.
Frecuentemente la visión negativa que se tiene
de la política se refiere a esta comprensión reduc-
1.3. La participación en la vida política: un tiva de la política, pues de hecho no se entienden derecho y un deber
como política otras realidades que sí lo son. Por efecto de esta reducción de la política no se com-
De la manera de concebir la política que nos prende habitualmente que los problemas sociales
propone la Iglesia nace la participación en la polí-
tica como un derecho y un deber de las personas.
Esta reducción de la política se da, al menos, en
Esa participación es expresión de lo que es el ser cinco aspectos:humano, de su dignidad y responsabilidad hacia los otros y hacia el bien común. Entendiendo por a. La reducción del ámbito de la política: la polí-participación en la vida política la implicación,
tica se ha ido reduciendo prácticamente solo
según la vocación y posibilidades de cada uno,
al ámbito de las instituciones legislativas, de
en la muy variada actividad dirigida a organizar
más humanamente la convivencia social y las re-
b. La reducción de los sujetos de la política: la
laciones e instituciones sociales a la medida del
política se concibe cada vez más como algo
ser humano. Y eso incluye desde las realidades
propio de especialistas, como un saber técni-
más cercanas del barrio, la escuela, el trabajo, las
co, inaccesible para la mayoría de las personas,
asociaciones sociales de todo tipo., hasta la acti-
vidad de las instituciones de gobierno, los parla-mentos, los partidos políticos, etc.
c. La reducción de la política a las formas de or-
Los cristianos laicos, Iglesia en el mundo,
ganización social: la política se está reduciendo
hacen presente a la sociedad civil en la comuni-
cada vez más a una práctica dirigida a construir
dad cristiana y deben presentar a la comunidad
instituciones y formas de organización social,
cristiana, individual y colectivamente, las ale-
pero olvidando otra dimensión fundamental e
grías y esperanzas, las tristezas y angustias de
ineludible de la política: la educación y la dis-
los miembros de la sociedad civil, especialmente
posición de las personas para su implicación
de los pobres; y, al propio tiempo, deben hacer
responsable en lo que a todos nos concierne.
presente con su vida, testimonio y compromiso socio-político a la comunidad cristiana en el seno
d. La reducción de la política a la organización
de la sociedad civil, individual y colectivamente
del poder: predomina la concepción de que la
(Cristianos laicos. Iglesia en el mundo, 58)
política es fundamental y casi exclusivamente
Este derecho y responsabilidad implica a todas
la técnica de conquista, ejercicio y conserva-
las personas, pero urge especialmente a los cris-
ción del poder de las instituciones legislativas
tianos en razón de la llamada a servir al otro y a
construir relaciones sociales más acordes con el plan de Dios:
e. La reducción de la política a la gestión: cada
vez más se concibe la política de una manera
«Es obligación de cuantos creemos en Dios
muy restrictiva como la mera gestión y admi-
y aun de aquellos que simplemente reconocen
nistración de una situación dada, que casi se
el valor moral de la persona hacer cuanto está
considera como inamovible más allá de pe-
a nuestro alcance para que las instituciones y
estructuras que encarnan nuestra convivencia se acerquen cuanto sea posible a los planes de
Dicho de otra forma: cada vez se entiende me-
Dios, en favor de la fraternidad de la justicia»
nos la política como la práctica social de las per-sonas dirigida a la búsqueda y construcción de un
Los Católicos en la Vida Pública, 59
Tema 4. El laico en el servicio a la políticaIV Semana de Doctrina Social de la Iglesia
puede haber bien individual sin bien comunita-rio, basado en el reconocimiento de la dignidad
Desde la concepción restrictiva de la política de toda persona. Porque deja en segundo lugar,
que hemos visto, ésta se orienta fundamentalmen-
cuando no olvida, las finalidades colectivas fun-
te no a la consecución de objetivos comunitarios damentales: que toda persona y todas las perso-sino particulares, privados. De ahí la primacía que nas puedan construir desde su protagonismo una habitualmente se otorga a lo privado sobre lo pú-
vida social más justa y fraterna, que permita a
blico, porque la política se orienta preferentemen-
todas las personas desarrollar sus capacidades y
te a la consecución de un ámbito de privacidad vivir dignamente. Porque, especialmente, mina la que debe estar garantizado por el Estado, dejando base que hace posible una actividad política a la la participación de los ciudadanos en los asuntos medida del ser humano: el apasionamiento por lo públicos en un lugar secundario. Por eso se valora común. Es lo que se manifiesta en la debilidad, de sobre todo el rendimiento de la actividad de las la ciudadanía que domina en nuestra sociedad. instituciones políticas en términos de su contribu-ción al logro de los intereses privados.
Además, los intereses, particulares se contem-
plan sobre todo desde una perspectiva económica.
Se ha llamado ciudadanía pasiva a la que pre-
En nuestra sociedad, la orientación de la política es domina en nuestra sociedad (ciudadanía que tie-fundamentalmente economicista. En dos sentidos:
ne unos derechos individuales, vota cuando se la convoca a hacerlo, y paga sus impuestos, pocos
• Por una parte, lo que la mayoría de las per-
a ser posible) como consecuencia de la compren-
sonas esperan de la actividad política es mayores sión y práctica de la política que hemos descrito. oportunidades de consumo.
De hecho, es un tipo de ciudadanía en el que la persona se ha convertido, en el mejor de los casos
• Por otra, se ha ido produciendo un progresivo (y aún muchos son excluidos de esta posibilidad),
sometimiento de la política a la economía.
en poseedora de derechos particulares (individua-les y sociales), que a veces reclama se le respeten
2.3. La concepción del ser humano como in-
y que los poderes públicos deben garantizar. Pero
dividuo que se mueve por intereses privados poco más. Esto es lo que hemos denominado al
principio como la conversión de la persona en ob-
La concepción de la política está estrechamente jeto de la política.
relacionada con la concepción del ser humano. De
El predominio de una ciudadanía pasiva y la
tal forma que, según se entiende al ser humano se falta de una ciudadanía activa es una de las mayo-
suele entender la política como actividad huma-
res debilidades de nuestra democracia y reprodu-
na. Pero, también, según se conciba la política se ce la concepción dominante de la política.
alienta un tipo u otro de ser humano. En nuestra
La ciudadanía requiere cauces y condiciones
sociedad predomina una concepción y realización sociales que la hagan posible. Pero necesita tam-
práctica de la política y de la democracia que está bién actitudes que deben ser cultivadas. Por eso,
fundamentada en la concepción del ser humano como individuo y, sobre todo, como individuo la construcción de una ciudadanía activa remite centrado en la vida económica y que se mueve por a los valores éticos que comporta la democracia y sus intereses privados.
la política. Es preciso el cultivo de la responsabili-
Desde el individualismo el ser humano choca dad social, del sentirse responsables los unos de
con grandes dificultades para realizar su ser y los ótros, del sentirse responsable de lo común, vocación, y la actividad política se vacía de con-
yendo más allá de los intereses particulares. Por-
tenido humanizador, pues el bien común se sus-
que la libertad y la autonomía del ser humano
tituye por el interés privado, o como mucho por se realiza en su reconocimiento del otro, nunca el interés corporativo, de grupos que se forman aisladamente, la clave de la vida social no puede para defender una suma de individualismos. Y los ser el individualismo, sino el reconocimiento re-más perjudicados son siempre los pobres, los que cíproco. tienen menor capacidad de hacer oír y valer sus
Ambas cosas, los cauces y condiciones sociales
para la ciudadanía y su fundamento ético es lo
Este individualismo daña profundamente la ca-
que se ve muy dificultado por la concepción de la
pacidad humanizadora de la política, porque no política que domina en nuestra sociedad. Tema 4. El laico en el servicio a la políticaIV Semana de Doctrina Social de la Iglesia
3. Orientaciones para el compromiso político de y agota la conciencia cristiana en el ejercicio de los laicos
Actualmente la doctrina social de la Iglesia re-
chaza tanto el que los cristianos huyan de la rea-lidad social como el que construyan estructuras
La participación política es un derecho y, al
sociopolíticas paralelas a las civiles. Y ofrece, al mismo tiempo, un deber en la sociedad pluralis-mismo tiempo, unas directrices acerca de la parti-
ta; y los partidos, basándose en esa participación,
cipación y el protagonismo ciudadano cristiano en plantean todo lo que piensan que exige el bien co-su acción temporal.
mún, superior a los propios intereses de partido. Los cristianos han de vivir sus responsabilidades
políticas en la sociedad civil y en los partidos de forma ejemplar, de manera responsable y con vo-
Afirmar la autonomía de la política significa luntad de servir. Aquí vuelve a aparecer ese plus
aceptar que ella goza de unas leyes y valores pro-
del cristiano para contribuir al bien de la comuni-
pios, que los cristianos han de descubrir, emplear dad y de la democracia cuando tiene que concre-y ordenar poco a poco. Pero ello no equivale a tar sus comportamientos en leyes acordes con las sostener una independencia absoluta del Creador, leyes morales. sino a reconocer la consistencia, la bondad y la verdad propias de las cosas creadas2. En esta reali-
dad humana, los cristianos, como miembros de la Iglesia y de la sociedad civil, tienen unos derechos
Urge impartir una educación política a la socie-
y unos deberes que son distintos según se refie-
dad y al cristiano3. Educación que debe integrar
ran a la esfera religiosa o a la esfera civil.
tanto la dimensión técnica como la dimensión
Esa diferencia implica para el cristiano un moral. Debe incluir de forma clara los contenidos
plus de deber. El cristiano ha de conciliar am-
teóricos y la distinción que existe entre la acción
bas dimensiones, al tiempo que debe evitar una política, el proyecto de sociedad y las conviccio-escisión espiritual en su vida interior. El com-
portamiento del cristiano en el mundo será co-
La acción política, que no debe confundirse con
rrecto en la medida en que distinga y armonice la ideología, ha de apoyarse en un proyecto de so-las dos esferas de su vivir. En las antípodas de ciedad que contenga la coherencia necesaria entre este comportamiento se sitúan, por una parte, las aspiraciones de la sociedad y los medios para el integrismo, que prescinde de la distinción de alcanzarlas. Esa acción ha de alimentarse de la vo-esferas, y, por otra, el temporalismo, que reduce cación integral del hombre y habrá que admitirla
en una pluralidad de expresiones concretas.
2 «Los fieles laicos que trabajan en la política, han de respetar, desde luego, la autonomía de las realidades
3.4. El desarrollo de la acción política
terrenas rectamente entendida. Tal como leemos en la Constitución Gaudium et spes, «es de suma importancia, sobre todo allí donde existe una sociedad
Son los partidos políticos, cuando reciben la
pluralista, tener un recto concepto de las relaciones confianza de los ciudadanos, los que ejercen el entre la comunidad política y la Iglesia y distinguir poder y toman decisiones que afectan a la comuni-netamente entre la acción que los cristianos, aislada o dad. Por tanto, para desarrollar esa acción política,
asociadamente, llevan a cabo a título personal, como los partidos tratarán de adoptar las disposiciones
ciudadanos de acuerdo con su conciencia cristiana, y la acción que realizan, en nombre de la Iglesia, en 3 «La misma comunidad cristiana reunida para escuchar comunión con sus pastores. La Iglesia, que por razón la Palabra de Dios, celebrar los misterios de la salvación de su misión y de su competencia no se confunde en y alentar el compromiso del amor a los hermanos, ha de modo alguno con la comunidad política ni está ligada a ser la primera y fundamental ayuda que los cristianas sistema político alguno, es a la vez signo y salvaguardia encuentren para vivir su inserción y sus compromisos del carácter trascendente de la persona humana» en la vida pública con espíritu evangélico. Mediante Al mismo tiempo –y esto se advierte hoy como una su participación en la vida litúrgica, espiritual y moral
urgencia y una responsabilidad– los fieles laicos han de la comunidad cristiana, en plena comunión con la
de testificar aquellos valores humanos y evangélicos, Iglesia, los cristianos comprometidos en la vida política que están íntimamente relacionados con la misma encontrarán la inspiración espiritual, la fortaleza actividad política; como son la libertad y la justicia, la moral y la rectitud de juicio que les son necesarias solidaridad, la dedicación leal y desinteresada al bien para realizar su vocación humana y cristiana en el de todos, el sencillo estilo de vida, el amor preferencial compromiso político y en el servicio a la comunidad en por los pobres y los últimos»(Cristifidelis laici, 42).
conformidad con los planes de Dios» (CVP 174). Tema 4. El laico en el servicio a la políticaIV Semana de Doctrina Social de la Iglesia
que sean necesarias a fin de que los ciudadanos
puedan encontrar la satisfacción de sus derechos y de sus aspiraciones en el orden temporal. Si los
Según la fe de la Iglesia la caridad es el norte y la
partidos políticos invaden otros campos, asumen guía fundamental de toda la actividad, política. Una el riesgo de caer en un totalitarismo.
caridad que une amor y justicia como expresión de lo que el ser humano es y está llamado a ser. En la
caridad política está la plenitud de la actividad po-lítica que construye realmente el bien común.
La acción política debe estar apoyada en un
Pío XI decía que «el campo político abarca los
proyecto de sociedad. Éste, al alimentarse de una intereses de la sociedad entera y, en este sentido, antropología determinada, no se revela neutral es el campo de la más vasta caridad política, de ante la realidad social. El proyecto político de so-
la caridad de la sociedad». Y el Compendio de la
ciedad, que abarca la consideración de las metas doctrina social de la Iglesia (n.º 392) subraya que
la caridad ilumina a los cristianos sobre el signifi-
y de los medios que los partidos proponen a la cado más profundo de. la convivencia política: el
sociedad, necesita una coherencia interna. Son objetivo que los cristianos deben buscar, promover
los partidos, desde su autonomía, los que deben y proponer es la realización de relaciones comu-
elaborar esos proyectos y ofrecerlos a los ciuda-
nitarias entre las personas, porque eso es lo que
danos como propuestas en forma de programas. realmente nos humaniza. Así:
Estos programas se transformarán en acciones políticas cuando encuentren un respaldo elec-
«La justicia requiere que cada uno pueda
toral suficiente en las urnas. Pero los partidos
gozar de sus propios bienes, de sus propios
no deben invadir el campo de las convicciones
derechos, y puede ser considerada como la me-
dida mínima del amor. La convivencia es tanto más humana cuanto más está caracterizada por el esfuerzo hacia una conciencia más madura
del ideal al que ella debe tender, que es la “ci-vilización del amor” (.) La persona humana, en
Las convicciones últimas, que explican el sen-
efecto, aun cuando participa activamente en la
tido del hombre y de la sociedad, escapan a las
tarea de satisfacer las necesidades en el seno de
tareas propias de los partidos políticos.
la sociedad familiar, civil política, no encuentra
Cuando éstos construyen cosmovisiones ter-
su plena realización mientras no supera la ló-gica de la necesidad para proyectarse en la de
minan imponiéndose dictatorialmerite sobre los
la gratitud y el don, que responde con mayor
espíritus. Los encargados de elaborar tales cos-
plenitud a su esencia y vocación comunitarias».
movisiones son los grupos culturales y religio-sos que viven en la sociedad, que no pretenden
alcanzar el poder político. Ahí radica la genero-
«Con lo que entendemos por caridad políti-
sidad y las aspiraciones a la perfección, que in-
ca no se trata solo ni principalmente de suplir
cumben a tales grupos cuando construyen una
las deficiencias de la justicia, aunque en ocasio-
nes sea necesario hacerlo. Ni mucho menos se
Ningún partido puede exigir las adhesiones
trata de encubrir con una supuesta caridad las
a lo que cae en el ámbito de las convicciones úl-
injusticias de un orden establecido y asentado
timas. Pero el proyecto de sociedad que elabora
en profundas raíces de dominación o explota-ción. Se ‘trata más bien de un compromiso ac-
un partido sí puede ser enjuiciado por las con-
tivo y operante, fruto del amor cristiano a los
vicciones últimas que lo alimentan.
demás hombres, considerados corno hermanos,
Cuando el proyecto de sociedad y los medios
en favor de un mundo más justo y más fraterno,
para lograrla estén esencialmente de acuerdo
con especial atención a las necesidades de los
con el ideal evangélico, los cristianos pueden co-
laborar con otros hombres aunque no coincidan
con ellos en las convicciones y valores últimos.
El cristiano, al elaborar un proyecto de socie-
dad o al colaborar para alcanzarlo, debe intentar que los valores y la antropología que se derivan
Los cristianos, presentes en la vida política, han
del Evangelio estén presentes. Nunca puede re-
de estar avalados por: a) una competencia profe-
nunciar a la dignidad de la persona, a sus dere-
sional adquirida mediante la formación científica,
chos, a la justicia, solidaridad, igualdad.
la aptitud técnica y la experiencia profesional; b)
Tema 4. El laico en el servicio a la políticaIV Semana de Doctrina Social de la Iglesia
una coherencia necesaria entre la fe y la conduc-
energías de todos los ciudadanos hacia este ob-
ta moral en la vida civil, para que sean la fe y la
jetivo, no de forma autoritaria, sino valiéndose
caridad las que animen la acción política del cris-
de la fuerza moral alimentada por la libertad».
tiano; c) un respeto por las virtudes morales y los valores del espíritu, conjugados con las realidades
científicas, técnicas y profesionales.
La Iglesia, porque aprecia el sistema democrá-
3.9. El compromiso político como prioridad tico, afirma la existencia de valores frente al ag-
nosticismo y el relativismo que se quiere asignar a las formas políticas democráticas. Sin valores se
Juan Pablo II insiste en llamar a los cristianos camina con facilidad hacia el totalitarismo visible
para que participen en la vida pública. Es un men-
saje central que la DSI dirige hoy a los fieles cris-
Recuperar estos y otros valores, como los de
tianos hablándoles del compromiso político como tolerancia y respeto a los demás, incluso siendo
deber religioso prioritario. Pese a la atonía moral adversarios políticos, requiere fuertes conviccio-
que invade en este tiempo a la sociedad, el espíri-
nes que defiendan el sistema político democráti-
tu de servicio, unido a la competencia teórica y a co. Con la apatía y la privatización de la existencia,
la eficacia práctica, convierten la actividad política los derechos humanos de los más débiles suelen
Alcanzar el poder, no a cualquier precio, re-
quiere la utilización de medios lícitos; se revela,
3.10. La colaboración con los no creyentes
además, como un camino para moralizar vida po-lítica. En el ejercicio de esa actividad se presentan
Dentro de lo general que se revela el pluralis-
tentaciones que hay que evitar. Entre ellas está el mo político y la participación de los cristianos en
recurso a la deslealtad y la mentira, el despilfarro política, aparece en este tiempo la posibilidad de
de los bienes públicos y el uso de medios equívo-
colaboración en el terreno de lo temporal entre
cos para mantener y aumentar el poder. Los he-
los creyentes y los no creyentes. La DSI respon-
chos y conductas poco edificantes, la corrupción y de a esta cuestión distinguiendo entre el error y
el desprestigio social, en vez de ahuyentar, deben quien lo profesa y también entre las filosofías y
incitar a la práctica de las virtudes.
las corrientes históricas que derivan de aquellas
Es preciso dar testimonio de valores humanos filosofías.
y evangélicos con la actividad política, entre los
Esta doctrina significa un avance decisivo
que cabe enumerar la libertad, la justicia, la soli-
para reconocer la laicidad de la política, es decir,
daridad, la dedicación al bien común, el estilo sen-
la existencia de un espacio propio de lo socio-po-
cillo de vida, el amor preferencial por los pobres, lítico, que busca soluciones para las comunidades
etc.; son valores irrenunciables que los cristianos, humanas, desde los saberes y técnicas disponi-
comprometidos en política en cualquier opción bles, sin perder de vista que los fines y medios
para conseguirlas han de estar presentes en la reflexión política y que mantienen todas sus exi-
«En el contexto del compromiso político del
fiel laico, requiere un cuidado particular, la pre-paración para el ejercicio del poder, que los cre-yentes deben asumir, especialmente cuando sus conciudadanos les confían este encargo, según
3.11. El pluralismo político de los cristianos
las reglas democráticas. Los cristianos aprecian el sistema democrático, « en la medida en que
La unanimidad ideológica no se puede exigir
asegura la participación de los ciudadanos en
en los partidos. El cristiano puede decidirse por
las opciones políticas y garantiza a los gober-
una de las opciones políticas existentes o por
nados la posibilidad de elegir y controlar a sus
construir otra diversa. Pero aparece ahora un
propios gobernantes, o bien la de sustituirlos
peligro de división en el ámbito religioso cris-
oportunamente de manera pacífica », y recha-
tiano con la consiguiente incomprensión y falta
zan los grupos ocultos de poder que buscan condicionar o subvertir el funcionamiento de
de comunión en la comunidad cristiana: el de
las instituciones legítimas. El ejercicio de la au-
que sus miembros pueden militar en opciones
toridad debe asumir el carácter de servicio, se
políticas diferentes. Y también el peligro de rei-
ha de desarrollar siempre en el ámbito de la ley
vindicar, en exclusiva, los valores del Evangelio
moral para lograr el bien común: quien ejerce
o de la doctrina de la Iglesia para una opción
la autoridad política debe hacer converger las
Tema 4. El laico en el servicio a la políticaIV Semana de Doctrina Social de la Iglesia
Los cristianos, que viven en una sociedad plu-
a algunos puntos claves: el conocimiento de las
ralista, han de expresar, a su manera, ante ambas situaciones, analizadas con la ayuda de las cien-situaciones, las exigencias de la fe para intentar cias sociales y de instrumentos adecuados; la re-la transformación de la sociedad. En esta tarea, flexión sistemática sobre la realidad, a la luz del la comunidad cristiana se convierte en un lugar mensaje inmutable del Evangelio y de la enseñan-permanente y básico como referencia para el cris-
za social de la Iglesia; la individuación de las op-
tiano en política. La comunidad cristiana tiene el ciones orientadas a hacer evolucionar en sentido derecho y el deber de interpelar a sus miembros positivo la situación presente(CDSI 568). políticos y a su práctica política. Ante ella, desde
Un ámbito especial de discernimiento para los
esa misma fe, deben responder de las relaciones fieles laicos concierne a la elección de los instru-de su política con la fe.
mentos políticos, o la adhesión a un partido y a
El fiel laico está llamado a identificar, en las las demás expresiones de la participación políti-
situaciones políticas concretas, las acciones real-
ca. Es necesario efectuar una opción coherente
mente posibles para poner en práctica los prin-
con los valores, teniendo en cuenta las circuns-
cipios y los valores morales propios de la vida tancias reales. En cualquier caso, toda elección social. Ello exige un método de discernimien-
debe siempre enraizarse en la caridad y tender a
to, personal y comunitario, articulado en torno la búsqueda del bien común(CDSI 573). Tema 4. El laico en el servicio a la políticaIV Semana de Doctrina Social de la IglesiaPara el diálogo
• ¿Qué concepción de la política tienes y tiene la gente de tu ambiente eclesial o social? En ge-
neral, ¿tienen los cristianos de tu comunidad compromisos sociopolíticos? ¿A qué crees que se debe esta situación?
«La vida teologal del cristiano tiene una dimensión social y aún política que nace de la fe
en el Dios verdadero, creador y salvador del hombre y de la creación entera. Esta dimensión afecta al ejercicio de las virtudes cristianas o, lo que es lo mismo, al dinamismo entero de la vida cristiana. Desde esta perspectiva adquiere toda su nobleza y dignidad social y política de la caridad. Se trata del amor eficaz a las personas, que se actualizan en la prosecución del bien común de la sociedad.
Con lo que entendemos por “caridad política” no se trata sólo ni principalmente de suplir
las deficiencias de la justicia, aunque en ocasiones sea necesario hacerlo. Ni muchos menos se trata de encubrir con una supuesta caridad las injusticias de un orden establecido y asentado en profundas raíces de dominación o explotación. Se trata más bien de un compromiso activo y operante, fruto del amor cristiano a los demás hombres, considerados como hermanos, en favor de un mundo más justo y más fraterno con especial atención a las necesidades de los más pobres» (CVP 60 61).
• ¿Cuál es el fundamento teológico del compromiso político del cristiano?
•Teniendo en cuenta la exposición ¿qué llamadas personales y comunitarias te surgen?
• ¿Qué medios debemos ir para potenciar el compromiso político de los laicos de nuestras
Tema 4. El laico en el servicio a la política
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